Cómo conducir de forma segura sobre hielo

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¿CUÁNDO HAY QUE SABER CONDUCIR SOBRE HIELO?

¿Cuándo hay que saber conducir sobre hielo?

No todo el mundo en España se enfrenta a carreteras heladas en su vida diaria. Sin embargo, para los que viven en zonas propensas a condiciones meteorológicas adversas, o incluso a una tormenta ocasional, saber cómo conducir sobre hielo o carreteras heladas es una habilidad vital. Naturalmente, lo mejor es evitar conducir sobre hielo, pero a veces eso no es posible. En estos casos, es esencial conducir con el mayor cuidado posible. Por suerte, la tecnología moderna te ayuda a superar este difícil proceso, junto con algunos consejos de los expertos.

Cómo preparar el coche para el invierno

Antes de sacar el coche y empezar a conducir por una carretera helada, hay que hacer algunos preparativos. Los neumáticos de invierno son definitivamente una gran ayuda, aunque es probable que sea una preocupación muy poco frecuente, el coste puede no compensar realmente el beneficio. Independientemente de lo que pongas en las llantas, no deberías conformarte con un RWD o FWD si el AWD es una opción. Aún mejor para conducir sobre hielo es la tracción a las 4 ruedas, pero los conductores diarios equipados con ella son relativamente raros. Por ello, uno de los mejores coches para conducir sobre hielo y nieve es un SUV, especialmente un 4x4 como un Jeep. Si cumples uno o varios de estos requisitos pero aún así no te sientes seguro, o si no cumples ninguno de los dos, lo último que puedes hacer es envolver cada neumático con cadenas. Esto añade un nivel extra de tracción, aunque añade un riesgo de daños si entran en contacto directo con el pavimento, por lo que es un último recurso.

Consejos útiles para conducir sobre hielo

Una vez hechos los preparativos y listo para ponerte en marcha, aún hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Estos son algunos consejos para conducir con seguridad cuando la carretera está helada:

  1. Conducir despacio. Cuando el control está comprometido, la mejor manera de garantizar la seguridad es reducir la velocidad. La velocidad mata en las mejores circunstancias, pero cuando se conduce con nieve y hielo, es una auténtica sentencia de muerte. Esto no se aplica sólo a la velocidad; es igual de importante acelerar y frenar despacio.
  2. Mantén las distancias. Siguiendo con lo anterior, mantener una distancia de seguridad mayor es igual de importante. Incluso cuando se circula a baja velocidad, hay que tener en cuenta que los coches que se deslizan sobre hielo o nieve pueden tardar mucho más en frenar. Cuanto más espacio dejes entre tu coche y los que tienes delante, más tiempo tendrás para reaccionar.
  3. Evita las pendientes pronunciadas. En ambas situaciones corres el riesgo de perder mucha tracción. Ir cuesta arriba requiere más potencia, pero cuando las ruedas giran rápidamente, el agarre se reduce, y puedes encontrarte yendo hacia atrás en lugar de hacia delante. Cuesta abajo no corres los mismos riesgos, pero si los neumáticos pierden adherencia, la gravedad empeorará rápidamente la situación.
  4. Mantén la visibilidad: Asegúrate de que el parabrisas no se empaña ni se escarcha poniendo el aire del parabrisas a una temperatura lo suficientemente alta. Además, si está nevando, asegúrate de tener los faros encendidos, aunque es una práctica recomendada en cualquier momento del día.

Lo que no hay que hacer en invierno

Al igual que hay consejos que le ayudarán a afrontar los problemas que plantea el frío, también hay varias cosas que debe evitar hacer:

  • No confíes en el termómetro de a bordo de tu vehículo para saber cuánto frío hace. Dado que las carreteras tardan más en calentarse, pueden seguir heladas aunque las lecturas indiquen que el aire se ha calentado.
  • No utilices el control de crucero estándar. Los sistemas adaptativos más modernos son mucho más fiables, pero aún así es mejor adoptar un enfoque más práctico.
  • Evita viajar en la oscuridad. Esto incluye tanto los periodos nocturnos como las primeras horas de la mañana, en los que la visibilidad se ve comprometida.
  • No adelantes nunca. Otros conductores pueden impacientarse y adelantarte, y aunque debes facilitarles el paso, lo más seguro es evitar adelantar en situaciones en las que tu control es reducido.

Cómo quitar el hielo del coche

Si dejas el coche fuera cuando hace frío, es muy probable que tengas que lidiar con algo de escarcha o incluso con las ventanillas totalmente heladas. Esto debe solucionarse siempre antes de ponerse en marcha. Si ha nevado, quita la nieve que se haya depositado sobre el vehículo. Si se trata de hielo, un golpe firme en las superficies metálicas puede ayudar a romperlo y hacerlo más fácil de quitar. Una vez que hayas conseguido entrar en el vehículo, arranca el motor y enciende la calefacción, ponla a descongelar y dale tiempo para que limpie los cristales. Algunos coches vienen equipados con arranque del motor y climatizador a distancia para facilitar esta tarea. Encender los faros delanteros y traseros también ayuda a derretir el hielo que se haya formado sobre las cubiertas. Para el hielo más persistente, puedes utilizar un rascador de hielo (de plástico, no de metal), o una solución de agua y alcohol para aflojar y eliminar el problema.