Se definiría coche eléctrico aquel impulsado por uno o varios motores alimentados por una fuente de energía eléctrica que después es transformada en energía cinética, sea recargada o no, a través de la red. La tecnología más avanzada y común es la de las baterías de iones de litio, pero existen otras variantes, así como diversas filosofías y tipos. Los vehículos híbridos también pueden considerarse eléctricos, pero hoy hablaremos exclusivamente sobre los coches que utilizan exclusivamente electricidad como principal fuente de impulso.
En la comparación entre los coches eléctricos y los convencionales destacamos los siguientes puntos.
En cuanto a la autonomía podemos destacar que es uno de los puntos débiles más notables del coche eléctrico, aunque con el tiempo este aspecto ha ido mejorando. Realizando una conducción suave, los más avanzados modelos llegan a los 600 kilómetros sin necesidad de ser recargados. Pero la mayoría de los modelos estándar de este tipo, están entorno a los 200 o 300 kilómetros como máximo.
Actualmente en España, hay 11.517 puntos de carga públicos para los coches eléctricos. Se pretende multiplicar esta cifra por cinco para el año 2030. Además de las múltiples subvenciones y ayudas que el estado aporta con intención de aumentar el numero de estas, es muy barato instalar uno de estos puntos en tu propio garaje.
En cuanto a gasolineras, en España hay 11.602, y por el contrario, en 2019 se produjo la primera reducción de estas en 15 años. No hay una gran diferencia entre un numero y otro, esto es debido a que la autonomía de los coches de combustible es mucho mayor.
El mantenimiento es un factor a tener en cuenta a la hora de comparar estos, ya que supondrá un gasto regular. Se tienen en cuenta varios factores. Los impuestos, el combustible y las revisiones. Cada uno de estos afecta de forma distinta al coche eléctrico y al de gasolina. El coste del combustible en estos dos, esta en gran parte determinado por las fluctuaciones en el precio de la gasolina y la electricidad. Aunque también debemos tener en cuenta, las subvenciones gracias a la tarifa que tengas contratada con tu compañía.
Generalmente el coste de mantenimiento de un coche de motor eléctrico es un 30% más barato que uno con motor de gasolina.
En cuanto a impuestos, los coches eléctricos disponen de muchas más ayudas, a pesar de tener que pagar el 21% de IVA, el impuesto de matriculación no se aplica debido a que va asociado con una producción determinada de dióxido de carbono. Además, el impuesto de circulación está bonificado en un 75%.
Por el contrario, los coches de gasolina no disponen de ningún tipo de deducción, es más, los gobiernos incrementan los impuestos hacia estos para desincentivar su uso, tanto los de gasolina como los diésel.
Por esta parte, los coches eléctricos son más caros, su precio medio ronda los 23.000€, mientras que el precio medio de los coches de gasolina está entorno a los 17.000€.
Si dispones de un coche eléctrico, podrás aparcar en las zonas azules sin necesidad de pagar nada por ello y podrás además, acceder a cualquier zona de bajas emisiones sin ningún tipo de restricción. Mientras que los de gasolina, tienen el acceso limitado a determinadas zonas, especialmente el centro de grandes ciudades y para aparcar no constan de ninguna bonificación.
Como conclusión de todos estos puntos sacamos que, los gobiernos incentivan poco a poco al uso de los coches eléctricos y es prácticamente inevitable que poco a poco todo el mundo pase a usar estos vehículos, dejando de lado los coches de gasolina por completo.